sábado, 7 de enero de 2017

Valladolid esencial y con sabor

Subo los últimos escalones del aparcamiento y la Plaza Mayor de Valladolid se aparece ante mi como una típica plaza castellana, muy similar a la de Burgos, Segovia o León. 

Es amplia, porticada, cuadrangular y con mucha vida y colorido. 


Plaza Mayor de Valladolid
Plaza Mayor
Pero para conocerla más a fondo requiere un paseo tranquilo entre sus columnas y soportales. Aunque no es una plaza muy antigua - principios del s.XX - tiene varios detalles que merecen la pena un minuto de búsqueda y contemplación. 

Ayuntamiento de Valladolid
Disparos junto a una ventana
Primero me sitúo frente al edificio del Ayuntamiento y alzo mi mirada hasta las paredes que rodean las ventanas del segundo piso. En las paredes, junto a las ventanas del segundo piso del edificio del Ayuntamiento, podemos ver algunos orificios y desconchones. Se podrían contar hasta 53, pero, a pesar de lo que pudiera parecer, no es erosión de la fachada, sino disparos efectuados el 19 de julio de 1936 por los Mauser falangistas contra el alcalde republicano que en esa fecha ocupaba uno de esos despachos. 

Estos 53 disparos vieron la luz durante las labores de limpieza de la fachada del Ayuntamiento, allá por 2008. Fue entonces cuando se decidió dejar así, para que quedara constancia de lo sucedido décadas atrás.

Reflexionando sobre este hecho me dirijo hacia los soportales que comienzan en la calle Manzana. Cada pocos metros, entre columna y columna podemos encontrar placas con referencias históricas sobre esta plaza que nos ayudan a hacernos un idea de la importancia del comercio y el gran trasiego que tuvo en su día. 
Plaza Mayor de Valladolid
Placa en el suelo de los portales
de la Plaza Mayor
En el tramo de columnas que va desde la calle Ferrari hasta la calle Santiago sumamos a estas reseñas históricas unos curiosos orificios que hay en el techo y que comunican con el suelo de la vivienda situada en el primer piso. Estos pequeños ventanucos son antiguas mirillas, oquedades desde donde los propietarios de la vivienda observaban o atendían su comercio situado en la planta baja del mismo inmueble. Actualmente, se exige que, en cualquier labor de rehabilitación de estos edificios se mantengan y respeten como parte de su estructura. Realmente es todo un acierto ser tan rigurosos con las rehabilitaciones de ciertos edificios. Es una forma más de que nuestra historia permanezca viva,al alcance de todo el que la quiera ver, y no sólo en los libros.


Pasaje Gutierrez de Valladolid
Entrada al Pasaje Gutierrez
Vuelvo sobre mis pasos y decido abandonar la Plaza Mayor por la calle Ferrari. Tranquilamente dirijo mis pasos a hacia la Catedral, aunque haré una breve parada antes de llegar a ella para echar un vistazo al famoso Pasaje Gutierrez. Fue construido en 1886 y en 1998 fue declarado Bien de Interés Cultural. El objetivo de estas galerías era ampliar la superficie comercial entre calles muy transitadas. Los materiales usados y su estética le dan un aire elegante y elitista que rápidamente embarga al visitante que lo contempla. 

Deshago mi caminar hasta la calle Regalado, donde sigo adelante hacia La Inconclusa, como también se suelel llamar a la Catedral de Valladolid, ya que nunca se vió finalizada. Mi primera impresión al verla ante mi fue de extrañeza. Me esperaba la típica Catedral medieval castellana, pero lo que me encuentro es un edificio de estilo herreriano, siglo XVI: clara influencia romana, líneas limpias, poca ostentación decorativa... 


Catedral de Valladolid - La inconclusa
Catedral de Valladolid - La inconclusa

Viéndola de frente, claramente se echa de menos una torre a la izquierda, para darle el equilibrio y simetría que el edificio pide a gritos. Pero la ausencia de esta torre no se debe a su concepto de Inconclusa que comentabamos antes, esta torre sí fue construida, pero se hundió en 1841.


Santa María de la Antigua
Torre medieval de Santa María de la Antigua.
Hoy dispongo de poco tiempo, así que dejo las visitas a los interiores de los edificios para mejor ocasión. Bordeo la fachada de la Catedral y me dirijo hacia la niña de mis ojos: Santa María de la Antigua

Es de agradecer el amplio espacio que han salvado las construcciones a su alrededor. Esto nos permite una comtemplación desde la distancia para poder disfrutarla en un todo. A nadie le pasa desapercibido que esta iglesia ha sufrido multiples modificaciones. Su parte más antigua - la torre y la galería porticada posterior - son del siglo XIII. El resto y parte principal de la iglesia es de estilo gótico, aproximadamente XVI.

Personalmente, la torre románica de La Antigua, me parece impresionante. La primera vez que la vi, rápidamente trajo a mi memoria las pequeñas iglesias andorranas o catalanas, típicas de la zona pirenaica, con enormes torres de planta cuadrada con ventanas geminadas. No me resulta complicado abstraerme y ubicar esta iglesia entre verdes montañas y rocas de pizarra. 

Sigo mi caminar saliendo por el lado opuesto de la plaza por donde entré. Todo recto por la calle de las Angustias llego a otro tesoro monumental de Valladolid: la Iglesia de San Pablo


Palacio de Pimentel e Iglesia de San Pablo
Portada gótica del Palacio de Pimentel e Iglesia de San Pablo

Tiene una imponente portada gótica flanqueada por dos grandes columnas. También aquí, gracias a la amplia plaza que precede a la fachada principal, podremos disfrutar de una panorámica completa y tomar fotos donde encuadrar perfectamente la iglesia.

En esta misma plaza y haciendo esquina, tenemos el Palacio de Pimentel, sede de la Diputación Provincial de Valladolid y cuyo detalle arquitectónico más destacado del edificio es su ventana plateresca del primer piso. 

Salgo por la misma esquina por donde accedí a la plaza y tomo la calle del León hacia la Iglesia de San Benito.


Grabado de la Iglesia de San Benito
Grabado de la Iglesia de San Benito
(foto del blog Viajar con el arte)
De nuevo, cuando me sitúo frente a su fachada tengo la sensación de que aquí falta algo. Y es cierto. Lo que ahora vemos como dos pisos cubiertos por bóvedas de crucerías apoyadas sobre dos grandes y robustas torres octogonales, antes sólo era la base que sostenía la culminación de la fachada. Según grabados de diferentes épocas parece que tuvo dos diferentes terminaciones: la primera formada por un tercer cuerpo con dos ventanas de medio punto y una campana - esta se perdió a causa de un incendio - y la segunda, mandada construir en sustitución a la primera y que constaba de dos cuerpos más, exactamente iguales, hechos de ladrillo y que contenían también dos ventanas de medio punto. Esta fue mandada demoler por su avanzado estado de ruina. El caso es que, a día de hoy, no tiene ninguna parte superior y que nos tenemos que conformarnos con imaginar lo imponente que sería esta fachada si estuviera completa. 

Sigo adelante por la calle San Benito, cruzo por la Plaza de la Rinconada y paseando por la calle Jesús me encuentro de nuevo en la Plaza Mayor. 

El paseo con sus inevitables paradas no me ha llevado más de 2 horas y qué mejor premio que un vinito y algunas tapas para comer antes de seguir recorriendo este centro histórico. 

Valladolid es de esas ciudades que te dejan tan buen sabor de boca - gastronómicamente hablando - que volverías una y mil veces sólo por sentir la vida del tapeo y los vinitos del aperitivo en tus venas una vez más.

Esta vez elegí tomar algo en Los Zagales, varias veces ganador o finalista del concurso de pinchos y tapas. Está muy cerca de la Plaza Mayor (calle Pasión) y por eso me cuadra con mi ruta de hoy, pero si eliges cualquier otro seguro que aciertas: La mejillonera, La Sepia, Jero...

Satisfecha con mi elección de restaurante, me dispongo a retomar mi ruta por Valladolid. 

Si hubiera sido primavera, directamente hubiera ido hacia La Rosaleda. Un parque inaugurado en 1945 que se llena de colores y aromas en época de máximo esplendor floral.

También hubiera optado por un paseo en La Leyenda del Pisuerga. Un barco estilo Mississippi que navega a lo largo del Pisuerga, en rutas de más o menos una hora, y desde el cual puedes contemplar una nueva perspectiva de la ciudad. El problema es que, durante estos meses sólo navegan los fines de semana, así que lo dejaré para mi siguiente visita. 

Decididamente me voy hacia el Campo Grande. El parque más grande y antiguo de la ciudad. Tomo la comercial calle de Santiago hasta el final, la plaza de Zorilla. Allí me encuentro el impresionante edificio de la Academia de Caballería. Aunque es relativamente reciente, principios del siglo XX, es una verdadera obra de arte. Actualmente alberga en su interior el Museo de la Academia que lleva su nombre.


Academia de Caballería
Academia de Caballería
Seguidamente, me interno en el precioso Campo Grande. Pasear por este gran parque siempre es una buena opción, ya sea en familia, en pareja, solo... eso sí, la percepción de este parque será muy diferente en función de la compañía con la que lo recorras. 

Muchos los comparan con el Parque del Retiro de Madrid, pero para mi - que soy de Madrid - no tienen comparación posible más allá de que son dos parques con lago. El Campo Grande es bastante más pequeño, pero en su extensión tiene una población avícola y de animales silvestres que raramente verás en el Retiro. Según paseo, salen a mi paso paso pavos reales, patos, gallinas... incluso un par de ardillas no tuvieron ningún reparo en acercarse a mi por si tenía algo que compartir con ellas. El paseo es una verdadera delicia que reserva varias sorpresas para el visitante: esculturas, una faisanera, fuentes, una cascada... y si, además hace buen tiempo, un relajante paseito en La Paloma es una buena idea (especialmente si vamos con niños).


Campo Grande
Ardilla de Campo Grande


Campo Grande
Pavo Real de Campo Grande

Abandono el Campo Grande por la Plaza donde está la estatua a Colón y bajo por el Paseo de Filipinos hacia el Pisuerga. Cruzo el puente y voy paseando por la ribera del río hasta llegar a la Cúpula del Milenio. Es un edificio muy futurista bastante atractivo. Actualmente es un edificio que se usa para ferias, conciertos, etc... pero fue inicialmente creado para la Expo de Zaragoza y en 2011 se instaló en Valladolid. El material que lo compone es ecológico y el edificio es completamente inteligente, es capaz de generar gran cantidad de la energía que consume, su estructura exterior absorbe el 90% de la luz exterior y su suelo es capaz de adaptarse a las modificaciones que sufra la bóveda debido a la diferencia de temperatura. Este edificio también acoge a un restaurante llamado Rioluz Gastronomía, donde sino quieres comer, al menos te puedes tomar alguna de sus famosas tapas en su terraza. 


Cúpula del Milenio
Cúpula del Milenio

La Cúpula del Milenio está junto a otro puente, el de Isabel la Católica, que me llevará de vuelta al centro histórico y donde concluiré mi visita de hoy. Realmente no se cuanto habré andado, pero calculo que los 10 km no me los quita nadie. Es el momento de sentarme y tomar algo antes de coger el coche. 

¿Qué me queda pendiente? Pues volver cuando el tiempo me permita disfrutar de la zona de la ribera del Pisuerga. Entonces podré delehitarme en La Rosaleda, pasar un rato agradable en La playa de la Morera, darme un paseo en La leyenda del Pisuerga... todo ello sin olvidar las visitas a los monumentos y museos de interés como el Museo de José Zorrilla o el Museo de arte oriental, con la mejor colección de arte oriental de España...

Si teneis alguna sugerencia sobre visita imprescindible para mi siguiente escapada, compartirla en los comentarios. 

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