martes, 15 de noviembre de 2016

La Alberca: la Senda de los Castaños (parte 1)

Hoy me he despertado tarde. La tranquilidad que me rodeaba ha ganado por K.O. a la claridad de la mañana. Me he perdido el lento amanecer, pero a cambio he disfrutado de un largo y reconfortante sueño. Finalmente el ruido del despertar de los habitantes de la villa me ha traído poco a poco a la realidad: el abrir de puertas y rejas, la lenta y cuidada colocación de alimentos, recuerdos y otros enseres a las puertas de las tiendas, unos "buenos días" lejanos, algún coche o furgoneta que carga y descarga, restaurantes preparando sus mesas,.. ya está todo preparado para recibir a los visitantes un día más con una magnífica sonrisa. Preparados para sorprender y mostrar lo mejor de la villa. 

¿Y tu? ¿Quieres descubrir lo que La Alberca tiene preparado para ti? Pues ven que te voy a llevar a través del espacio y del tiempo.

Como tenemos tiempo más que suficiente, antes de comenzar la visita de la villa, te voy a enseñar una preciosa ruta. Puedes encontrar la información en la página de Patrimonio Natural de Castilla y León (si quieres descargarte el folleto pincha aquí). Se llama la Senda de los Castaños. Es muy sencilla y apta para cualquier edad, poco más de kilómetro y medio. Es muy llana, perfecta para sillas y carritos y con bancos cada 200m para poder descansar y contemplar el paisaje.

Senda de los Castaños, La Alberca
Uno de los bancos que encontraremos durante el recorrido
Durante su recorrido podrás disfrutar de unas preciosas vistas de Peña Francia, verás carteles informativos sobre especies singulares y podrás tocar un castaño centenario. 

¡Ven! ¡Sígueme! Puedes aparcar en el Área Recreativa de El Casarito (40°31'17.9"N 6°08'16.8"W) y justo desde aquí iniciaremos la ruta. 

¿Ya has aparcado el coche? Pues ven por aquí, ¿ves ese cartel tan grande? Pues desde allí comenzamos. 


Senda de los Castaños, La Alberca
Cartel informativo al inicio de la ruta
Lo primero que encontraremos será una senda ancha marcada por un frondoso arbolado que nos llevará hasta la pedanía de El Casarito. 


Senda de los Castaños, La Alberca
Atravesando la pedanía de El Casarito
Al poco de dejarla atrás el sendero se transformará en una pasarela de madera y durante este tramo podremos ver en la distancia, sobre el horizonte, la impresionante Peña Francia (aquí ya iremos otro día, no se puede ver todo hoy).


Senda de los Castaños, La Alberca
Vistas de Peña Francia desde la pasarela de madera

Senda de los Castaños, La Alberca
Banco sobre la pasarela de madera y vistas de la Peña Francia
Dejamos atrás la pasarela de madera y volvemos a un camino más estrecho que el inicial, pero igualmente cómodo y con más encanto. Es una zona casi totalmente de umbría: hemos entrado en el rebollar. Si te detienes a leer el cartel informativo sobre el Rebollo verás que es el material que se utilizaba para la hacer las traviesas y apeas de las casas y también para fabricar las barricas. ¿Te has parado y has sido consciente del silencio que hay a tu alrededor?¿y de que sólo es roto por el canto de algún pájaro? 

Vamos, ¡sigamos adelante!. El camino continúa, y ya solo nos queda encontrarnos con el Castaño centenario. ¿Pero donde está? Si hace un rato que hemos entrado en el bosque de Castaños? ¿Será alguno de estos y no lo se reconocer?. Tranquilo, porque cuando llegue el momento aparecerá a tu derecha y lo reconocerás. ¿Cuantas personas necesitas para abarcar su tronco? ¿seis? ¿siete? No lo sé, jamás lo he probado. Me basta con sentarme en alguna de sus impresionantes raices, acurrucarme un rato en su regazo y mirar hacia arriba en busca del contraste entre su irregular copa y el cielo. 


Senda de los Castaños, La Alberca
Castaño centenario

Senda de los Castaños, La Alberca
Castaño centenario
Ya sólo nos quedan los últimos metros para finalizar la ruta. Podremos entrever a nuestra derecha la piscina del camping cuya entrada estaba a escasos metros de donde hemos dejado el coche y donde también había una zona de pic-nic ¿lo viste? Había una de las mesas decorada con banderines y globos. Seguro que alguna familia había ido allí a celebrar algún cumpleaños. ¡Hace tan buen tiempo!


Senda de los Castaños, La Alberca
Un tramo de camino de la Senda de los Castaños
Recorremos los últimos metros por el mismo camino por el que iniciamos el recorrido y voilá, en el cartel del principio de nuevo. 

Ahora, ¿qué os apetece hacer? ¿Nos quedamos a comer aquí o vamos hacia La Alberca, comemos allí y luego nos damos una vuelta y os cuento una leyenda que ni el 10% de la gente que visita este pueblo conoce?

¿A La Alberca? ¡Buena elección! Sígueme, te diré donde aparcar...

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